Del pensamiento crítico cognitivo a los pensamientos críticos emancipadores
34
¿Qué es el pensamiento crítico y cómo pueden hombres y mujeres bien educados
cometer errores en él que sean lo suficientemente graves como para conducir a fiascos como
el de Bahía de Cochinos, el allanamiento y encubrimiento de Watergate y cualquiera de
otros sucesos similares ocurridos en la historia de nuestro país? El objetivo de este artículo
es definir el pensamiento crítico, revisar enfoques alternativos para comprenderlo,
comparar algunos procedimientos alternativos para medirlo y discutir algunos intentos
alternativos para entrenarlo. (1986, p. 3)
Vale la pena destacar el interés a partir del cual Sternberg considera urgente la
definición de lo que él denomina pensamiento crítico. Sternberg asevera que el
acontecimiento fallido de la invasión norteamericana es un lapso (pausa, falla) en el
pensamiento crítico. Se hace evidente que el deseo del autor es, en primera instancia,
definir al pensamiento crítico, para posteriormente medirlo y entrenarlo con la finalidad
de impedir que ocurran errores similares a una invasión fallida. Para evitar realizar análisis
anacrónicos, pongamos estos comentarios en contexto.
En 1959, el pueblo cubano acabó con la dictadura de Fulgencio Batista, un líder
político impuesto por Estados Unidos como presidente de Cuba. Para recuperar el poder
político sobre la isla, Estados Unidos preparó una invasión en Bahía de Cochinos que
ocurrió en 1961. La invasión norteamericana falló. Recordemos que, en esos años, existía
una clara y abierta batalla ideológica entre comunistas/socialistas y capitalistas.
Evidentemente, Sternberg se posiciona a favor del capitalismo y cataloga como un fracaso
el intento de invasión en Cuba. Sin embargo, el autor considera que estos errores pueden
evitarse con una adecuada medición y entrenamiento del pensamiento crítico que, al
parecer, estaba fallando incluso en las Universidades más prestigiosas de Estados Unidos.
Cabe destacar que, hasta aquí, cualquier intento de Sternberg por neutralizar su propuesta
resulta una tarea imposible, pues abiertamente y, desde las primeras líneas de su artículo,
se ha posicionado del lado del capitalismo.
Ahora bien, la concepción de pensamiento crítico propuesta por Sternberg suele
ser complementada por otros autores, entre los cuales destaca la contribución de Bloom y
su Taxonomía de los objetivos educativos (1956). Para Bloom, las habilidades de análisis,
síntesis y evaluación se erigen como puntos de referencia cruciales para definir y medir el
pensamiento crítico. Así, nos encontramos inmersos en una perspectiva pragmática del
pensamiento crítico, donde esta habilidad se percibe como susceptible de mejora mediante
entrenamiento, según las teorías de la psicología del yo. En este contexto, el pensamiento
crítico se concibe como una capacidad cognitiva vinculada estrechamente a destrezas como
la resolución de problemas, la toma de decisiones, el aprendizaje, así como el análisis, la
síntesis y la evaluación de información. Aspectos referentes al estudiantado y a sus
condiciones económicas, sociales y culturales quedan de lado.
Otros autores, como Spelke (1991) y Puche (2000), afirman que las infancias poseen
destrezas cognitivas que son susceptibles de enseñanza para facilitar el posterior desempeño
tanto en contextos naturales como en contextos educativos. Por su parte, Facione (2007)