En un primer momento, en una búsqueda sobre qué más se había escrito sobre innovación educativa, encontré en el buscador unos cuantos artículos que plantean a la innovación educativa desde la alfabetización, uso e implemento de las tecnologías, dígase éstas digitales, para el aprendizaje, la docencia, la comunicación docente-discente, etcétera. Cabe aclarar que en ningún momento supongo que está mal o del todo bien. Si partimos desde la acepción más general de que la innovación es cambiar introduciendo algo nuevo, puedo entender que introducir estas nuevas tecnologías al aula, porque se habla desde una educación escolarizada, es menester para cambiar la tradición de enseñanza-aprendizaje. Esto porque, según la UNESCO (2016), “la innovación educativa es un acto deliberado y planificado de solución de problemas, que apunta a lograr mayor calidad en los aprendizajes de los estudiantes, superando el paradigma tradicional”.

Pero ¿realmente introduce algo nuevo al proceso de enseñanza-aprendizaje? ¿Ha innovado de alguna manera la educación? Dejaré estas preguntas para otra reflexión.

Dicho esto, quise empezar así la presentación porque, en esta simple y no profunda búsqueda para robustecer mis ideas después de leer el libro en cuestión, no encontré algo similar a lo que me hicieron pensar algunos de los artículos de Innovación educativa. Entre tecnología y cultura junto con sus autoras y autores. Claro está que lo que diga ya puede estar plasmado. Antes, es preciso expresar que el presente texto no son ideas definitivas, antes bien es una reflexión con preguntas y algunas posibles respuestas. Es por ello por lo que, de manera más conveniente, me centraré en las reflexiones que me dejaron las autoras y autores. De tal forma que he enumerado mis ideas, mismas que fueron surgiendo a lo largo de la lectura del libro en cuestión.

Repensar la innovación a través de la tradición

En un primer momento me pregunté por qué la transmisión de contenidos tradicionales puede ser o no innovadora. Es decir, la educación tiene una función de medio de transmisión de la tradición, de herencia cultural, de costumbres y tradiciones que, a su vez, van cambiando a lo largo del tiempo por las propias exigencias de la sociedad. Siguiendo a Guzmán (2021), la educación es una asimilación de la herencia cultural que no es estática, sino que comporta un desarrollo histórico. Es entonces que, a partir de la asimilación de nuestra herencia cultural, podemos innovar, innovarnos y transformar así nuestra propia realidad. Pensar que los inventos que se transformaron en innovaciones, como por ejemplo la internet, son productos desligados de una tradición y herencia cultural puede caer en un error. Me pregunto ¿cómo se pudo haber inventado el internet sin la asimilación de la tradición y la herencia cultural? o ¿solamente fue un salto significativo en la asimilación y el pensamiento moderno? Es decir, esta educación que nos ha formado a partir de la tradición es la misma que hizo que se innovara el pensamiento para crear algo tan grande, que se hizo para quedarse y transformar la realidad, como la internet. En otras palabras, la educación en tanto transmisión de saberes heredados es el mismo objeto de la modificación y el cambio, incluso podríamos agregar del progreso.

Ahora bien, traslademos la tradición y la herencia cultural a pensar a los clásicos de la educación. En la actualidad no podemos pensar en Homero, Aristóteles, San Agustín, Kant, Schiller, Freire, Vasconcelos, Mariátegui, Mistral o Puiggrós, por decir algunos, sin pensar en una innovación y problematización del pensamiento actual. Lo que quiero decir es que, con las grandes ideas y pensamientos de estos, nuestros clásicos, podemos problematizar en torno a sus ideas para crear nuevos pensamientos, innovando así nuestra realidad educativa e histórica. Se puede pensar, por un lado, que estos autores y autoras, en su mayoría, por ser “pasados y no actuales” no pueden abonar en las discusiones educativas y pedagógicas que hoy en día nos acontecen, pero, por otro lado, pienso lo contrario, es decir, todavía están vigentes para repensar la pedagogía y la educación y, con ello, innovarse a sí mismas.

La autocrítica como innovación de sí mismo

Siguiendo a Espinel-Bernal (2021), “la crítica tiene la capacidad de romper con el curso natural de las cosas y con las formas habituales de hacer, obteniendo como resultado, la gestación de nuevas realidades, perspectivas y maneras. Lo cual también recibe el nombre de innovación”. Sin crítica no podemos problematizar. Sin crítica no hay nuevas formas de pensar. Sin crítica es difícil innovar, introducir algo nuevo o adentrarnos a algo nuevo.

La crítica define el tipo de preguntas, herramientas, condiciones y alcances de una indagación con el fin de develar la verdad; la crítica es el tránsito de ese “estar a punto de” a “estar delante de”. La crítica es saber preguntar para que se me devele la verdad. La crítica junto con la problematización nos hace ver los límites de lo que es permitido pensar e ir por lo no pensado, a saber, pensar es en sí mismo una forma de innovación.

De tal manera que la “autocrítica” nos permitirá repensar si nos estamos innovando o sólo renovando. En otras palabras, la autocrítica como innovación radica en que podamos transformarnos y en la posibilidad de conocernos y reconocernos con el fin de innovarnos, de crear algo nuevo y con ello, volviendo al principio, incidir en nuestra realidad educativa. Si la novedad es algo que aún no está, la autocrítica es el mecanismo para encontrar aquello que no vemos en nosotros pero que estamos “apunto de” develar, por decirlo de alguna manera, la capacidad de pensar lo no pensado.

La educación y formación universitaria da las pautas para poder problematizar, criticar y autocriticarse. La Universidad es el espacio en el que podemos innovarnos.

Inmunización e innovación educativa

De acuerdo con Sloterdijk, siguiendo a Macías (2021), podemos entender al concepto de innovación desde una mirada antropotécnica, entendida ésta como “el desarrollo de todo conjunto de prácticas ejercitantes tendientes a la optimización inmunológica de los seres humanos”. Siendo así, valdría la pena preguntar sobre si la educación en tanto un ejercicio repetitivo de autocrítica, reflexión y pensamiento funciona como un sistema o esfera de inmunización que posibilite al sujeto su supervivencia.

Si concebimos a la educación desde la acepción de educere que podemos dar significado como “sacar lo mejor de sí” o “guiar-conducir”, se podría decir, desde la concepción de Sloterdijk, que sacar lo mejor de sí se puede lograr mediante ejercicios repetitivos que nos lleven a desarrollar capacidades inmunológicas. ¿En esto radica la innovación educativa? Es decir, ¿radica en encontrar antropotécnicas que compensen nuestras carencias orgánicas para así poder crear una inmunización y supervivir? Esto sería así, pues siguiendo a Macías (2021), “El ser humano es el producto de su propia capacidad de innovar, a la vez que para innovar necesita del desarrollo permanente de antropotécnicas ascendentes que le permitan el desarrollo de su capacidad de supervivencia, a partir de la educación”.

Es menester resaltar lo que para Sloterdijk es innovación. No se trata de “crear algo nuevo” antes bien, de lo que se trata, es de quitar el velo de lo que está frente a nosotros de una manera implícita.

Anuncio que este último apartado, a diferencia de los dos primeros que fueron una articulación entre mis reflexiones y lo ya dicho en el libro en cuestión, es sólo una probadita de lo que pueden encontrar en el libro aquí expuesto.

Finalmente, expreso que la finalidad de este libro es situar al lector en un presente en el que podamos pensar lo pedagógico en conjunto con el concepto de innovación, específicamente la innovación educativa, la tecnología y la cultura. Teniendo siempre en cuenta que, como bien lo dicen los editores de este libro, el Dr. Marco A. Jiménez y la Dra. Ana Ma. Valle, un invento y una innovación no son lo mismo, pues el primero remite a un instante, es decir, el invento se queda en las paredes del inventor, es efímero y pasa sin dejar rastro, mientras que el segundo tiene trascendencia y cambia los rumbos de la cotidianidad, en otras palabras, transforma la realidad del mundo y, agregaría también, los procesos de subjetivación.

Reflexión final

El libro Innovación educativa. Entre tecnología y cultura es una manera de expresar y pensar lo no pensado, es decir, es innovación educativa al crear nuevos espacios de diálogo, de problematización, de tensiones y articulaciones entre innovación, educación, tecnología, cultura y otras categorías de análisis que enriquecen nuestro campo de estudio como pedagogos, sociólogos, filósofos y a todo aquél que se interese por la tecnología, la cultura y la innovación educativa.

Poder pensar a la innovación educativa desde el capital humano, el neoliberalismo, la tradición y la herencia cultural, los objetos técnicos, la antropotécnica, los dispositivos tecnoeducativos, la crítica, los procesos de subjetivación, la identidad docente, la investigación educativa, etcétera, posibilita nuevas formas del devenir educativo. Posibilita seguir pensando en estas tensiones que nos provocan a pensar, autocriticarnos e innovarnos a nosotros mismos. ¿O acaso pensar nuestra relación con la tecnología y los objetos tecnológicos y técnicos no es una forma de innovar nuestro pensamiento? Y añado esta relación inserta en la cultura…

Finalmente, recomiendo la lectura del libro Innovación educativa. Entre tecnología y Cultura para poder innovar nuestro pensamiento a través de las grandes, disruptivas y provocadoras ideas de cada una de las autoras y autores de esta obra.

Contribución de autoría

Diana Jaid Martínez Navarro fue la única autora

Fuente de financiamiento:

Autofinanciado

Potenciales conflictos de interés:

Ninguno

Referencias

Espinel-Bernal, o. (2021). ¿De la crítica a la innovación? Formas, usos y fisuras en M. Jiménez y A. Valle (Eds) Innovación educativa. Entre tecnología y cultura (pp. 71-82). Facultad de Filosofía y Letras/Benemérita Universidad Autónoma de Puebla.

Guzmán R., G. N. (2021). Innovación educativa y cultura contemporánea en M. Jiménez y A. Valle (Eds) Innovación educativa. Entre tecnología y cultura, 27-36. Facultad de Filosofía y Letras/Benemérita Universidad Autónoma de Puebla.

Macías, G. (2021). Neoliberalismo e innovación educativa: entre inmunidad y antropotécnica en M. Jiménez y A. Valle (Eds) Innovación educativa. Entre tecnología y cultura, 49-59. Facultad de Filosofía y Letras/Benemérita Universidad Autónoma de Puebla.

UNESCO. (2016). Serie “Herramientas de apoyo para el trabajo docente”. Texto 1. Innovación educativa, CARTOLAN E.I.R.L.